martes, 14 de junio de 2011

Temas generales

Los árticulos de crítica social y costumbres:

La actitud crítica que siempre mostró Larra en sus artículos les diferenció siempre de sus contemporáneos en el género de costumbres. Su descripción aguda y certera de la vida y su compromiso político también le distanciaron de Mesonero y Estébanez, a los que podríamos calificar de “retratistas” o “pintores”, sin implicaciones sociales o políticas.
Los artículos de Larra son un medio para analizar y reformar la sociedad. En  Mesonero y Estébanez son un fin, sin mayores consecuencias. Larra tiene esperanzas en un futuro mejor, Mesonero y Estébanez están más anclados en el pasado y el presente aparece en sus artículos como algo estático, inmóvil.
En estos artículos de costumbres, los más populares y de mayor calidad, la crítica de Larra tiene alcances inusitados. El panorama social que contemplamos en ellos es extensísimo y esta minuciosamente reflejado.
Entre las fuentes de los artículos la más destacable es la del costumbrista francés Jouy, que también influyó en Mesonero. Son muchos los artículos de Larra inspirados en el escritor francés, aunque a menudo presenta un estilo tan personal que se alejan del modelo original. Por otra parte, las caricaturas de los artículos recuerdan a Quevedo.
Otras influencias concretas en determinados artículos son Boileau y Vélez de Guevara, En los artículos en los que aparece un extranjero, espectador sorprendido de determinados acontecimientos ( vuelva usted mañana) ( Nadie pasa sin hablar al portero) (¿ entre que gente estamos?) podemos señalar la influencia de Montesquieu y de Cadalso.
Además de las referencias generales al atrado del país y ala necesidad de progreso, otras referencias concretas aparecen sistemáticamente en los artículos. La obsesión por la censura, con la que Larra se tropezaba frecuentemente, la cenesidad de instrucción para reparar la grave incultura en que se encontraba el país, la vanidad y la hipocresía como características muy comunes entre los españoles, aparecen desperdigadas en numeros artículos. Otro tema tratado por larra es el relativo a los servicios públicos: funcionarios vagos y perezosos, impertinentes, encontramos en (vuelva usted mañana) y  ( ¿Entre que gente estamos?) por ejemplo de este último :
“ Entramos, saludamos, nos miramos dos oficinistas de arriba abajo, no creyeron que debían contestar al saludo, se pidieron mutuamente un papel y tabaco, echaron un cigarro de papel, nos volvieron la espalda, y a una indicación mía para que nos despachasen en atención a que el Estado no les pagaba para fumar, sino para despachar los negocios: Tenga usted paciencia –respondio uno- , que aquí no estamos para servirle a usted”.
El patriotismo mal entendido ( El castellano viejos) o la actitud opuesta al encojntrar sólo bueno lo que procede de fuera ( En este país) son, lo mismo que las diversiones en general y la ociosilidad del señorito madrileño ( La vida en Madrid) una manifestación más de la incultura del país.
Finalmente pueden citarse también los artículos que Larra escribió sobre el deplorable estado de los coches de alquiler ( ¿ Entre qué gente estamos?) las casas inhabitables ( Las casas nuevas), el mal estados de los jardines ( Jardines píblicos) y la definiencia de comida, servicio y limpieza en las fondas ( la fonda nueva), y todos ellos con un tono irónico.

Los artículos políticos

Los artículos específicamente políticos de Larra aparecen a partis de la muerte de Fernando VII. Al margen de otros problemas concretos ya citados, como la censura, el atrado de España, etc., estos artículos se centran en torno a dos cuestiones: la gestión del gobierno y el carlismo.
Si tenemos en cuenta que los gobiernos rigen en los destinos de un país y son los responsables de la evolución, podemos entender que Larra, descontento de la gestión dell suyo, hiciera hincapié en los fallos que observaba. La ineptitud del gobierno y de los políticos aparecen señalada en varios artículos:  ( que hay confusión de poderes, de palabras y de cosas; que no nos entendemos; que es una verdadera Babel; que no andamos un paso, un solo paso), dice en ( por ahora).
La libetad y la justicia fueron otros temas tratatos por Larra, A ellos se refiere irónicamente al principio de su artículo ( la gran verdad descubierta) y más seriamente en el prólogo a su traducción de ( palabras de un creyente), de Lamennais: ( libertad civil; igualdad completa ante la ley, e igualdad que abra la puerta a los cargos públicos para los hombres todos, según su idoneidad, y sin necesidad de otra aristocracia que la del talento, la virtud y el mérito; y libertad absoluta de pensamiento escrito. He de aquí la profesión de fe del traductor)
Estos principios de Larra son los que le llevan a criticar la gestión de los sucesivos gobiernos, especialmente los de Martínes de la Rosa, Mendizábal y Calatrava, a los que acusa de no cumplir sus promesas y de ser poco democráticos entre otras cosas, llegando incluso a considerar insuficiente la constitución de 1812 y pedir otra nuieva adecuada a las necesidades del año 1836 ( Dios nos asista).
El otro gran tema el carlismo, fue tratado directamente a partir de octubre de 1833. En los primeros artículos, Larra aborda la cuestión en torno humorístico, utilizando la parodia ( Nadie pase sin hablar al portero o los viajeros en Vitoria) ( La planta nueva o el faccioso) o en la caricatura ( El hombre menguado o el carlista en la proclamación), pero poniendo de manifiesto su rechazo visceral de un movimiento que consideraba retrógado, pernicioso, absurdo y fanático: ( El faccioso), ( Tercera carta de un liberal de acá a un liberal de allá).
La preocupación política aparece en Larra a menudo ligada al problema de las palabras. En su “Diccionario de sinónimos” aparece aproximadamente un 30% de los vocablos políticos, cuyo significado delimita al escritor cuidadosamente. También puede observarse en artículos como ( Por ahora) y ( Cuasi).
Pero el desencanto llega finalmente y los últimos artículos de Larra muestran su escepticismo y su desengaño.
La preocupación por España que muestra Larra prepara sin duda el camino del 98 y tiene un claro antecedente en escritores del XVIII.


Los artículos de crítica literaria y dramática

El artículo de crítica literaria es tan antiguo en la obra de Larra como el de costumbres.
La formación neoclásica de Larra supuso al principio una dificultad en la aceptación del movimiento romántico.
Le interesa una literatura que muestre verdades a aquellos que les interese saberlas.
Porque la literatura para Larra es “ La expresión, el termómetro verdadero del estado de civilización de un pueblo”
Larra se lamentaba de la poca consideración que se tenía al escritor y al poco porvenir que había en dedicarse a las letras.
La visión que tenía Larra sobre el teatro de su tiempo era muy negativa y así su trabajo crítico le llevaba mucho al teatro.

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